21 febrero 2011

I y II Crónica de la visita del obispo de Málaga a la Misión Diocesana en Venezuela (10 al 17 Febrero 2011)

Jueves, 10 y Viernes 11. Llegada a Venezuela y a Ciudad Bolívar.
D. Jesús Catalá, obispo de Málaga, acompañado del Vicario para la Promoción de la Fe y Delegado del Clero, arribó al aeropuerto de Puerto Ordaz a las diez de la noche, hora local ( 3,30 de la madrugada hora española), dos horas y media de retraso sobre la hora prevista, en vuelo de “Rutaca” , procedentes de Caracas, Madrid y Málaga, desde donde habían partido a horas de la mañana en vuelo de Iberia con destino a Venezuela, para visitar la Misión Diocesana de Caicara del Orinoco.
Por primera vez, D. Jesús, pisaba tierras sudamericanas. Fue recibido en el aeropuerto de Puerto Ordaz, en nombre de todos los sacerdotes malagueños que están en Venezuela, por el P. Salvador Gámez Portillo, párroco de la Iglesia “Cristo Luz de los Pueblos” en la población de Guri, del Estado Bolívar, perteneciente eclesiásticamente a la arquidiócesis de Ciudad Bolívar, y relativamente cercana a esta población.



Fue para D. Salvador Gámez, quien lleva más de 42 años misionando en el Estado Bolívar, una alegría inmensa hacer de anfitrión y recibir al obispo de Málaga y a su vicario, en este primer día de estadía en Venezuela. En seguida se trasladaron al Hotel “Mara Inn”, cercano al aeropuerto, donde cenaron y se alojaron esa primera noche.


Al día siguiente, después del desayuno, y antes de trasladarse a Ciudad Bolívar, distante 100 km. desde Puerto Ordaz, D. Salvador, invitó a D. Jesús y a su vicario, a conocer desde el aire, volando en helicóptero, la amplia zona pastoral donde ha trabajado por tanto tiempo y sus alrededores: Represa de Guri, el cerro Bolívar, Ciudad Piar, ríos Caroní y Orinoco, San Félix, Puerto Ordaz…, se descartó La Paragua, para poder cumplir con el horario y programa previsto para ese día., que tenía como destino inmediato Ciudad Bolívar,.


A las 10,30 a.m. llegaron en helicóptero al aeropuerto de Ciudad Bolívar, donde fueron recibidos por el arzobispo de Ciudad Bolívar, el P. Juan de Jesús Báez, el P. Manuel Lozano, y el misionero laico malagueño Rafael Guerrero con su esposa.


Desde allí se trasladaron al Arzobispado de Ciudad Bolívar, donde fueron recibidos por la Srta. Ana María, hermana del arzobispo, el P. Amalio Horrillo y el P. Manuel Fernández, quién acompañado de varios amigos y familiares había llegado ese mismo día procedente de Cumaná para estar con el Sr. Obispo, haciendo unos 500 km. por carretera.


Después de ser acomodados en la residencia arzobispal, D. Jesús, mantuvo una primera conversación privada con el Sr. Arzobispo, en su despacho; mientras tanto , los compañeros sacerdotes malagueños también conversaban entre ellos y disfrutaban del reencuentro.


A las 12,30 p.m. los sacerdotes malagueños con nuestro obispo, nos dirigimos al Restaurante “Valentina” de un conocido y modesto hotel, para tener un almuerzo de hermandad, donde también fue invitado el Sr. Arzobispo Mons. Medardo, D. Carlos Merayo, rector del Seminario Mayor de Ciudad Bolívar, conocido de D. Jesús en su época romana, y el laico malagueño Rafael Guerrero, del Movimiento MAC, quien lleva 18 años misionando en Ciudad Bolívar.


Fue un momento especial, dentro de un ambiente muy agradable, donde tuvimos el tiempo suficiente para conversar, reírnos, intercambiar ideas y alimentar la fraternidad sacerdotal. D. Jesús, en nombre de la Diócesis de Málaga, le brindó un homenaje sencillo y emotivo al P. Salvador Gámez, por sus 80 años de vida que cumplía en esos días.


Así mismo, El P. Manuel Fernández, le regaló a nuestro obispo, un libro sobre la historia de Cumaná, territorio al que ha servido como misionero- sacerdote durante 49 años ininterrumpidos, desde que fue enviado por la diócesis de Málaga.


Después de la comida de hermandad, nos hicimos la foto de rigor, y los padres Salvador Gámez y Manuel Fernández, después de despedirse del Sr. Obispo y compañeros regresaron a sus casas y zonas pastorales, pues les quedaban varias horas de camino hasta llegar a su destino.


Hacia las 4,30 de la tarde, nos dirigimos acompañando al arzobispo y a D. Jesús, a la “Casa Hogar Santa Inés”, residencia para muchachas indígenas del Estado Bolívar, dirigidas por las Hermanas Lauritas.


Después de los saludos y de la alegría por reencontrarse de nuevo con el P. Antonio Collado, tan lindamente recordado, pasaron a mostrarnos el Museo Etnológico “Mons. Crisanto Mata Cova”,


para tener un primer acercamiento a la cultura de los diferentes pueblos indígenas del Estado Bolívar, representados por etnias en diferentes módulos de este museo.


Pasamos a la capilla de esta casa y junto con las hermanas religiosas entonamos un canto de alabanza al Señor e hicimos una breve oración, pidiendo por las Iglesias de Ciudad Bolívar y Málaga, por los consagrados, por los pueblos indígenas y por todas las razas de la tierra.


Nos brindaron sabrosos jugos de “parchita” y “lechosa”, muy necesarios en el trópico para vencer la deshidratación producida por el constante calor.


A continuación, saludamos a algunas de las muchachas residentes en esta casa, compartiendo con ellas una grata tertulia, donde se presentaron y dijeron a qué etnia pertenecían, también hicieron preguntas a los obispos y sacerdotes. Luego, interpretaron en lengua “pemón” un canto religioso muy hermoso.


Y todas salieron a despedirnos, donde tuvimos oportunidad de tomarnos una foto.


Desde allí, en el vehículo de Mons. Medardo, nos dirigimos apuradamente hacia el casco antiguo de la ciudad, pues ya estábamos sobre la hora y se estaba haciendo de noche, no obstante, visitamos la plaza Bolívar, vimos la fachada de la catedral,


nos paramos en el paseo Orinoco para ver el río de cerca y a lo lejos el “Puente Angostura”.


En seguida, nos dirigimos al Seminario Arquidiocesano “Jesús Buen Pastor” para concelebrar la Santa Misa,


que presidió nuestro obispo D. Jesús Catalá, a petición de Mons. Medardo. Estuvieron presentes los alumnos de las seis diócesis que envían a sus seminaristas a estudiar en este seminario: Ciudad Bolívar, Maturín, Ciudad Guayana, Valle de la Pascua, Barcelona, Amazonas ;


más los formadores y algunos presbíteros de esta iglesia local, que concelebraron junto a los sacerdotes malagueños, de alguna manera, agradecían la presencia del obispo de Málaga por esta visita histórica y por la cooperación fraternal de la Iglesia de Málaga.


Después de la Misa, nos invitaron a cenar juntos con seminaristas y formadores; en la sobremesa, aprovechando la visita de D. Jesús, se mantuvo una tertulia, que el rector, P. Carlos Merayo, quiso la iniciara D. Jesús, contando brevemente su experiencia como colaborador y experto en los Sínodos que había participado en Roma.


Fue un momento muy ameno, donde hubo intervenciones y preguntas de seminaristas, formadores, teólogos, del mismo arzobispo, que ayudó a fomentar la fraternidad, la vocación sacerdotal y el amor universal por la Iglesia.


Dentro de este ambiente fraterno, se cantó el cumpleaños bíblico y venezolano al seminarista Lisandro, de Ciudad Guayana, y se picó la correspondiente “torta” que se repartió entre todos.


. El compartir fraterno finalizó con un canto por parte de algunos seminaristas en honor del obispo visitante.


Después hubo fotos y tertulia informal por los pasillos,


hasta que llegó la hora de retirarse a las habitaciones, el reloj marcaba cerca de las 11,00 de la noche, y después de esta jornada extraordinaria, había que dormir y descansar.

1 comentario:

gabolugo dijo...

Fue un momento muy especial el compartir la visita de Don Jesús, en nuestra casa de formación. Un sucesor de los apóstoles a imagen del Buen Pastor, muy cercano y afable, que Dios siga bendiciendo su labor pastora.

Gabriel Lugo H. - El Tigre, Anz.