19 octubre 2007

Cardenal Rosalio Castillo Lara



La Iglesia Venezolana se conmueve por la pérdida de su Eminencia el Cardenal Rosalio Castillo Lara.

El Cardenal Rosalio Castillo Lara falleció en Caracas, en la mañana del 16 de octubre de 2007. Su deceso se produjo a las 7:40 de la mañana.

Su velatorio se está realizando en Capilla Ardiente en el Templo Nacional de San Juan Bosco de Altamira.

Exequias

La Misa de Exequias se realizará este jueves 18 de octubre de 2007, en el Templo San Juan Bosco de Altamira, a las 12:00 del mediodía. Será presidida por el Legado Papal, Su Eminencia Sr. Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, Arzobispo de Santo Domingo ‘Primado de América’.

Traslado

Luego serán llevado los restos de su Eminencia Sr. Cardenal Rosalio Castillo Lara hacia San Casimiro Estado Aragua, donde se celebrará una Eucaristía a las 4:00 de la tarde. Posteriormente, seguirá hacia la ciudad de Güiripa Estado Aragua, en el cual se iniciará a las 7:00 de la noche una Santa Misa, para luego continuar en capilla ardiente.

Sepelio

Para el viernes 19 de octubre, se prevé a las 11:00 de la mañana en el Santuario de María Auxiliadora (Güiripa) Misa de Exequias concelebrada por el Episcopado venezolano dándole su último adiós, para cumplir con los actos de la inhumación.

Cardenal Rosalio José Castillo Lara

Nació en San Casimiro, Estado Aragua, el 4 de septiembre de 1922. Sus padres: Rosalio Castillo Hernández y Guillermina Lara Peña. Hizo sus estudios de Primaria en el Colegio "Don Bosco" de Valencia; y los de Bachillerato en el Liceo "San José" de Los Teques.

Entró en la Congregación Salesiana en 1940. Hizo su noviciado en El Porvenir Usaquén en Colombia. Emitió sus primeros votos religiosos el 18 de enero de 1942.

Curso los estudios de filosofía y teología en el Seminario Salesiano de Mosquera en Colombia.

Ordenado sacerdote el 4 de septiembre de 1949 en Caracas. Se especializó en Derecho Canónico en el Ateneo Pontificio Salesiano de Turín, Italia. Luego ejerció como profesor en esa materia primero en Turín y luego en Roma.

En los años de 1966 y 1967 fue inspector Provincial de la Inspectoría Salesiana en Venezuela.

Miembro del Consejo Superior de la Congregación Salesiana con sede en Turín y encargado como Superior Regional de las Inspectorias Salesianas de América Latina en 1967. En 1972 es nuevamente elegido como Miembro del Consejo Superior con sede en Roma y encargado de la Pastoral Juvenil.

Episcopado

Elegido obispo titular de Precausa y nombrado coadjutor, con derecho de sucesión, en el estado Trujillo, el 26 de marzo de 1973. Consagrado, el 24 de mayo de 1973, en Caracas, por el Cardenal José Humberto Quintero Parra, Arzobispo de Caracas.

Cardenalato

Fue creado Cardenal diácono, el 25 de mayo de 1985; recibió la birreta roja y la diaconía de Nostra Signora de Coromoto in S. Giovanni Dio, el 25 de mayo de 1985.

Preside la comisión para la Interpretación Auténtica del Código de Derecho Canónico el 27 de mayo de 1985. El 6 de diciembre de 1989 fue nombrado presidente de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica.

El 31 de octubre de 1990 fue designado presidente de la Comisión para el Estado de la Ciudad del Vaticano. Con permiso del Papa, pasó a residir a Venezuela, en 1997.

Fallece el 16 de Octubre de 2007 en Caracas, Venezuela.

"LLAMADOS A VIVIR EN LIBERTAD"


Exhortación del Episcopado Venezolano sobre la propuesta de la Reforma Constitucional

"LLAMADOS A VIVIR EN LIBERTAD" (Gl 5, 13)

A todos los católicos y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad

I- INTRODUCCION

1. Los Arzobispos y Obispos de Venezuela, como ciudadanos y como legítimos pastores de la Iglesia, compartiendo con el pueblo las angustias y esperanzas de cada momento histórico, hemos decidido dirigirnos a todos los venezolanos, a los residentes en nuestro país y, en particular, a los fieles católicos, ante la propuesta de Reforma Constitucional presentada a la nación el pasado 15 de Agosto por el ciudadano Presidente de la República, a la cual se agrega ahora lo propuesto por la Comisión Mixta de la Asamblea Nacional.

2. Nuestra contribución tiene el propósito de iluminar, desde una valoración ética, el juicio y la decisión que sobre el proyecto de Reforma corresponde asumir a los venezolanos en asunto de tanta importancia para el presente y el futuro del país. Fundamentamos esta iluminación en los principios y criterios del Evangelio, de la Doctrina Social de la Iglesia y de los numerosos documentos emanados de nuestra Conferencia Episcopal. Nos impulsan la convicción de que la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela ha de seguir siendo patrimonio de todos los venezolanos, sin exclusión, y nuestro compromiso de fomentar la convivencia pacífica de todos los ciudadanos y la concordia entre los diversos sectores e instituciones para la construcción de un destino común como nación.


3. En nuestra fraterna y solidaria reflexión y discernimiento pastoral de la situación del país y, como portadores del clamor y preocupación de muchas comunidades y personas, hemos examinado la relación entre el contenido de la Reforma con las exigencias de la persona humana, su conciencia, su libertad, sus derechos, su dignidad, y con la concepción cristiana de la mayoría de la sociedad venezolana. Hemos considerado también los cambios más relevantes que plantea la propuesta, así como algunas de las consecuencias de índole ética y social que se seguirían de dicha Reforma.

4. En los países democráticos una Constitución es un pacto social, el resultado de las deliberaciones, discusiones y acuerdos de una Asamblea Constituyente, u otro cuerpo políticamente plural que represente al pueblo, y de una consulta electoral libre, confiable y pacífica; su finalidad es garantizar el Estado de Derecho para todas las personas, la estabilidad jurídica de las instituciones y el bienestar integral del conjunto de los ciudadanos. Su legitimidad radica en que acoja la pluralidad de posturas que tienen derecho a convivir en una sociedad democrática. En su articulado quedan claramente establecidos la definición del Estado y sus órganos, siempre al servicio del pueblo, el modelo de país y los principios y valores esenciales por los que el pueblo soberano quiere regir su vida y la de sus instituciones. En consecuencia, el verdadero sujeto de la Constitución es el pueblo, no el Estado y menos aún el gobierno; por eso ella debe expresar el acuerdo de todos los sectores, corrientes e ideologías. No puede ser la consagración de las ideas o propósitos políticos de un determinado grupo partidista. Consiguientemente, una modificación de la "Carta Magna" debe apoyarse en el mayor consenso posible.

II.- NUESTRAS PREOCUPACIONES ANTE LA PROPUESTA

5. La Reforma ha sido presentada como un instrumento para dar mayor poder al pueblo, especialmente a través del denominado "Poder Popular". En ella se ofrece la reducción de la jornada laboral, y a los trabajadores independientes la tan deseada seguridad social. Sin embargo, se acentúa la concentración de poder en manos del Presidente de la República y se favorece el autoritarismo. Punto central de esta Reforma es que Venezuela pase de "Estado democrático y social de derecho y de justicia" (Art. 2 de la actual Constitución) a ser un "Estado Socialista" (art. 16 de la propuesta). Algunos artículos condicionan la participación del pueblo y la actividad de los ciudadanos a la sola construcción del socialismo (Art. 70) y de la economía socialista (Art. 112). Esto limita la libertad de los venezolanos; se incrementa excesivamente el poder del Estado, se elimina la descentralización, y el gobierno controla muchísimos espacios de la vida ciudadana. En ese modelo socialista, el Estado y el gobierno estarían dirigidos por un Presidente que puede ser reelecto - sólo él - continuamente, con un poder amplísimo que le permitiría disponer constitucionalmente de las instituciones, propiedades y recursos. Esto es verdaderamente grave y modificaría la estructura fundamental del Estado democrático.

6. Un modelo de Estado socialista, marxista-leninista, estatista, es contrario al pensamiento del Libertador Simón Bolívar (Cf. Discurso ante el Congreso de Angostura), y también contrario a la naturaleza personal del ser humano y a la visión cristiana del hombre, porque establece el dominio absoluto del Estado sobre la persona. Experiencias de otros países demuestran que en tal sistema, el Estado y su gobierno se convierten en opresores de las personas y de la sociedad, coartan la libertad personal y la expresión religiosa, y causan un gravísimo deterioro en la economía, produciendo una pobreza generalizada. Ejemplo de ello han sido los países de Europa Oriental, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, y, más cerca de nosotros, la República de Cuba. En ese escenario se establecería una discriminación con quienes no participen de la ideología socialista, se reducirían los derechos políticos de muchos venezolanos, y la noción de "pueblo" tendría un carácter restringido y excluyente identificado sólo con las personas y grupos que adhieren al socialismo.

7. El pluralismo político es uno de los valores fundamentales consagrados por la actual Constitución (Art. 2). La implantación de un Estado Socialista es excluyente, e implica el cese del pluralismo y de la libertad política y de conciencia de los ciudadanos. Es un hecho comprobado que dentro de un Estado democrático pueden existir partidos socialistas y gobiernos socialistas. Abundan ejemplos en el mundo actual como Chile y Brasil. En cambio, en un "Estado socialista", tal como se propone en Venezuela, toda la actividad política, social, económica y cultural se encuadra dentro de una única opción, un pensamiento único.

8. Con respecto al capitalismo y al socialismo, los Obispos nos hemos manifestado en diversas ocasiones. La solución al drama de la pobreza, de las injusticias sociales, de las hirientes desigualdades, no está en el capitalismo salvaje ni en el socialismo marxista, sino en la práctica de la justicia social y de una efectiva caridad (Cf. Juan Pablo II, Encíclica Centesimus Annus 33, 48 y 49).

9. Otros cambios propuestos restringen derechos ya consagrados en la actual Constitución, lo que atenta contra el principio de progresividad de los derechos humanos garantizado en el Art. 19 de la actual Constitución. En este campo de los derechos humanos y constitucionales, algunas disposiciones representan una patente involución, como los artículos 337, 338 y 339 de la Reforma sobre los estados de excepción, que suspenden el derecho al debido proceso (Art. 49) y a la información (Art. 57 y 58). El nuevo poder del Estado, el "Poder Popular", no nace del sufragio ni de elecciones (R. Art.136), y su promoción, organización y registro es competencia del Poder Nacional (R. Art. 156, 35). Se vulnera de este modo la libertad de asociación (Art. 52), poniéndola en manos del Estado, lo cual quebranta el carácter democrático y electivo de todos los niveles de gobierno, previsto en el artículo 6 de la Constitución, y le quita poder al pueblo. Además, ya el pueblo es sujeto del poder y lo que necesita es tener el pleno ejercicio de sus derechos y libertades y que le presten servicios eficientes quienes han sido elegidos libremente para esas funciones. La genuina democracia no consiste sólo en la elección de las autoridades; "no basta una democracia puramente formal, fundada en la limpieza de los procedimientos electorales, sino que es necesaria una democracia participativa y basada en la promoción y respeto de los derechos humanos. Una democracia sin valores (…), se vuelve fácilmente una dictadura y termina traicionando el pueblo" (Documento de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, Aparecida 74).

10. Esta propuesta de Reforma más que enfrentar y superar la problemática vivida en el país, profundizaría la polarización entre los venezolanos, dificultaría la convivencia social con el peligro de generar nuevos odios y conflictos, que queremos evitar. Los obispos renovamos el llamado, que repetidas veces hemos hecho, al diálogo y a la reconciliación y ratificamos nuestra disposición de seguir acompañando al pueblo venezolano con el anuncio valiente y decidido del Evangelio y el compromiso de compartir sus alegrías, temores y esperanzas.

III. PERSONA Y LIBERTAD

11. Dios nos ha creado como personas libres con capacidad de organizar la vida personal y la vida social. Vida y libertad son inseparables. Dios libera, porque es el Dios de la vida; se revela en la historia liberando a su pueblo, no quiere que ninguna nación esté esclavizada o dominada por otra, ni por sus propias autoridades. La libertad no es una condición abstracta del ser humano y de la sociedad. La libertad es un derecho fundamental innato en cada ser humano, que no tiene otros límites que la libertad y los derechos de los demás. Todo lo que se opone a la libertad, se opone a la vida. La supresión de la libertad no corrige las injusticias sino que agrega otras, asfixiantes e insoportables.

12. Conforme a la enseñanza de la Iglesia, la persona humana, el pueblo, y no el Estado, son el centro de toda la vida social. El Estado existe para la persona y para el pueblo, y no al revés. En esta línea el Concilio Vaticano II declara: «El principio, el sujeto y el fin de todas las instituciones sociales es y debe ser la persona humana» (GS 25). El Catecismo de la Iglesia Católica expresa: «Cuando el Estado no pone su poder al servicio de los derechos de todo ciudadano, y particularmente de quien es más débil, se quebrantan los fundamentos mismos del Estado de derecho» (CEC 2273). Y Juan Pablo II en la Encíclica Centesimus Annus nos dice que el «Estado totalitario tiende, además, a absorber en sí mismo la nación, la sociedad, la familia, las comunidades religiosas y las mismas personas» (C.A. 45 b).

13. La doctrina de la Iglesia en este aspecto tiene una específica incidencia en el campo político. El principio de subsidiaridad debe aplicarse para construir una auténtica democracia. Esto es, que el Estado debe ayudar pero no absorber ni suplantar las iniciativas, la libertad y la responsabilidad de las personas y de los grupos sociales. En su Encíclica «Dios es amor» el Papa Benedicto XVI advierte: «Lo que hace falta no es un Estado que regule y domine todo, sino que generosamente reconozca y apoye, de acuerdo con el principio de subsidiaridad, las iniciativas que surgen de las diversas fuerzas sociales y que unen la espontaneidad con la cercanía a los hombres necesitados de auxilio» (28 b).

IV- DECISIÓN QUE MIRA AL FUTURO

14. La Constitución y la Reforma planteada no son un asunto sólo de partidos o de un determinado sector de la población. Es algo de interés nacional que nos afecta a todos. Nadie debe desentenderse, ni dejar de participar en su discusión, ni negarse a asumir una posición ante la propuesta de Reforma. Eso sería un gravísimo error.

15. El debate sobre la Reforma, no puede considerarse como un simple conflicto entre "oficialismo y oposición", entre "ricos y pobres". Es algo que concierne al futuro de todo el pueblo venezolano. Y en este debate, nadie debe discriminar, ni excluir, ni ofender a quienes sustenten una opinión contraria a la suya.

16. En síntesis, nuestra posición en cuanto al proyecto de Reforma puede formularse así:
- el proyecto presentado a la consideración del pueblo venezolano, debido a la radicalidad y profundidad de los cambios introducidos en la estructura del Estado, va más allá de una Reforma.
- la proposición de un "Estado Socialista" es contraria a principios fundamentales de la actual Constitución, y a una recta concepción de la persona y del Estado.
- la propuesta de Reforma excluye a sectores políticos y sociales del país, que no estén de acuerdo con el Estado Socialista, restringe las libertades y representa un retroceso en la progresividad de los derechos humanos.
- por cuanto el proyecto de Reforma vulnera los derechos fundamentales del sistema democrático y de la persona, poniendo en peligro la libertad y la convivencia social, la consideramos moralmente inaceptable a la luz de la Doctrina Social de la Iglesia.

V -CONCLUSIÓN: ESTAMOS LLAMADOS A VIVIR EN LIBERTAD Y A SER CONSTRUCTORES DE PAZ

17. Solamente quien es libre, construye la paz. "Felices los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios", nos dice Jesucristo (Mt. 5, 12). Cada uno de los cristianos está, pues, llamado a descubrir y promover caminos de justicia y reconciliación en la familia, en cada comunidad, en toda la nación:

"Venezuela quiere y reclama a gritos (…), que se termine con los odios, los insultos y las descalificaciones y que sus hijos e hijas se reconcilien, se respeten y vivan en paz" (Exhortación de la CEV, Julio 2007)

18. Como pastores de la Iglesia invitamos a todos los fieles a orar intensamente por nuestra Patria e invocamos las luces del Espíritu Santo sobre todos los ciudadanos en esta difícil toma de decisión e imploramos el auxilio de Nuestra Señora de Coromoto, Patrona de Venezuela, a cuyos pies en su "Basílica Menor" de Guanare, título con que el Santo Padre Benedicto XVI ha honrado y enaltecido su templo, nos postraremos en confiada súplica por el bien de la República.

Con nuestra afectuosa bendición episcopal,

Firman, los Arzobispos y Obispos de Venezuela

Caracas, 19 de octubre de 2007

17 octubre 2007

Nuestro paso por Caicara ( Irene, Juanjo y Carmen Loli )



Hola a todos, somos Irene, de Motril (Granada) y Juanjo y Carmen Loli, de Cuevas de San Marcos (Málaga). Este verano hemos tenido el privilegio de vivir una experiencia inolvidable y nos han pedido que la compartamos con vosotros.
Comenzamos el viaje el 25 de julio, sin embargo, Caicara, Santa Rosalía, Morichalito,... eran lugares que ya estaban en nuestro corazón desde hacía años, gracias a Juan Manuel Barreiro y Eladio Ocaña, sacerdotes que estuvieron en Cuevas de San Marcos y que habían trabajado anteriormente en la misión. Ellos nos enseñaron a amarla.
Un punto en común en nuestra amistad ha sido siempre la fe y la necesidad de vivir una experiencia misionera. Le comentamos a Irene el trabajo que la Diócesis de Málaga estaba realizando en Venezuela y le pareció muy interesante. Así que cuando nuestro amigo Juan de Jesús nos comunicó su nuevo destino, no lo dudamos ni un momento y creímos que Dios nos ponía la oportunidad en bandeja.
Conscientes de que un mes se queda corto para llevar a cabo algún proyecto, simplemente nos ofrecimos a ayudar en lo que pudiéramos.
Los primeros días fueron de toma de contacto con la misión y con los sacerdotes que trabajan en ella: Manuel Arteaga, Manolo Lozano, Antonio Collado, Juan de Jesús Báez. A ellos le debemos nuestra gratitud y admiración.
Desde el principio nos abrieron la puerta de su casa y nos hicieron sentir en la nuestra. Una casa viva, como la misión en la que trabajan y en la que todo el mundo tiene cabida.
En ellos hemos descubierto grandes personas capaces de entregar toda su vida y esfuerzo por mejorar la de los demás.
Cada fin de semana, acompañábamos a Juande en sus comunidades, así hemos conocido: Santa Rosalía, La Culebra, Cuchivero, Las Bonitas, San Pedro de las Bonitas, El Salado, La Candelaria, Quirivití, La Raya, La Pastora y Barrialón, donde hemos encontrado personas admirables que nos brindaron todo lo que tenían y nos transmitieron alegría y ganas de disfrutar lo que la vida nos ofrece.
La labor que realizan aquí los sacerdotes es inmensa, puesto que tienen que atender a un gran número de comunidades, que además están muy dispersas y muchas son de difícil acceso. Por eso, la radio se convierte en otra herramienta más para compartir con ellos la Palabra de Dios. Acompañados por Juande, tuvimos la suerte de conocer y participar en Radio Selva y Radio Guacamaya, dos de las emisoras que tiene el Estado Cedeño y que realizan una labor de evangelización muy importante, sobretodo, en las comunidades más alejadas.
Sin duda, la experiencia más gratificante han sido los campamentos que hemos realizado con los niños y jóvenes de algunas comunidades.
Primero hicimos el de los niños de 7 a 12 años en Santa Rosalía. Fueron tres días muy intensos en los que contamos con la inestimable ayuda de la catequista Irian y el seminarista Alexi. Nuestra intención era que pasaran unos días diferentes en los que pudieran, además de divertirse, crecer como personas a través de los valores que nos transmitió Jesús con sus parábolas.
El campamento juvenil se realizó en el Colegio de Fe y Alegría en Morichalito. Allí conocimos a la hermana Socorro y la catequista Adela que nos presentaron al resto de catequistas con los que íbamos a trabajar: Mª Ángeles, Pedro, Alexis, Freilis y, como no, Juan de Jesús y nuestro seminarista Alexi que no nos abandonaron en ningún momento y nos ayudaban a entender y conectar más con los jóvenes. Desde aquí agradecer a todos su amistad y alegría, sin ellos no hubiésemos podido realizar el campamento.
La convivencia con los muchachos nos ayudó a comprender mejor su realidad y a valorar más la nuestra. Algo que se dejaba ver fácilmente era la desestructuración familiar que vivían como algo normal y las carencias afectivas que tenían. Por eso creemos, que este campamento fue para muchos un espacio donde se sentían aceptados, queridos y respetados.
Intentamos en todo momento que la fe en Dios fuese el motor que los impulsara a mejorar, tanto ellos mismos como su entorno. La oración y la reflexión eran los momentos centrales de la jornada. Todos los días teníamos oración de la mañana, de la noche y eucaristía, lo que muchos valoraron, puesto que en sus comunidades sólo tienen ocasión de celebrarla cada quince días o una vez al mes. Además de poder compartirla con otros jóvenes y de participar activamente en ella.
Por las mañanas teníamos dinámicas de grupo donde intercambiaban experiencias, sentimientos y planes de futuro. Y por las tardes realizábamos talleres, donde dejaban ver su gran creatividad.
El campamento terminó con la realización de un Plan de Vida guiado por Juande. Esperamos que estos chicos continúen trabajando en sus comunidades para que sean comunidades vivas. Aprovechamos para darles mucho ánimo y mandarles saludos.
Con la hermana Socorro tuvimos la oportunidad de conocer las comunidades indígenas de la zona y la magnífica labor que las hermanas están realizando. Desde aquí le decimos que fue un placer conocerla y compartir esos momentos con ella y le agradecemos que nos tratara como si nos conociese de toda la vida.
No podemos dejar de mencionar el tiempo compartido con el padre Fernando, que celebraba sus 50 años de sacerdocio y al que nos encantó conocer, sin duda ha dejado una huella en nuestro corazón. Un ejemplo de sacerdote y de vida misionera.
También ha sido muy gratificante volvernos a encontrar con Juan Manuel Barreiro, además, en la tierra que un día nos enseñó a querer.
Agradecer también al Arzobispo Monseñor Medardo y a su hermana su hospitalidad. Son unas personas encantadoras.
Como podéis comprobar, para nosotros, ha sido un mes muy intenso y desde aquí os animamos para que, si tenéis la oportunidad, no dejéis de vivir una experiencia como esta, porque os aseguramos que merece la pena.
Sólo nos queda, volver a dar las GRACIAS a todos y cada uno de vosotros, que abristeis vuestro corazón y nos brindasteis vuestra amistad. Nos hemos sentido muy bien con vosotros, siempre os llevaremos en nuestro corazón y os tendremos presentes en nuestras oraciones.
Juanjo, Irene y Carmen Loli

CRONICA DE MI VIAJE A CAICARA ( P. Fernando Jiménez Villarejo )



Cuando fui pensando cómo celebrar mi año jubilar ( el 50 de mi sacerdocio ) uno de los primeros deseos fue el visitar la Misión Diocesana de Caicara del Orinoco, en donde “gasté y disfruté” seis años de mi vida, para poder celebrar también con aquellos amigos entrañables este acontecimiento.

Tuve la alegría de tener conmigo en la celebración de los 50 años en el Seminario Diocesano de Málaga, a Manolo Lozano y a Juande, y de recibir los regalos que traían de Caicara, de vosotros; era un motivo más para ir a Venezuela a visitaros.

Tengo que reconocer que tengo una cierta “querencia” (en términos taurinos) hacia Caicara y aunque me prometo no volver con tanta frecuencia, al final siempre encuentro una razón para volver. Ya he prometido volver para la ordenación sacerdotal de Alexis.

El 24 de Julio salí de Madrid hacia Caracas hacia el mediodía, y por aquello la diferencia horaria (seis horas ), por la tarde ya estaba allá, en donde me esperaba Antonio Collado y Noelia, una chica de Marbella que había estado haciendo una experiencia con las religiosas de Morichalito, y que se volvía a Málaga al día siguiente.

El 26 emprendimos el viaje hacia Caicara; salimos temprano y la primera parada fue en Charallave, en donde desayunamos. Las carreteras están mal, a pesar de que Venezuela es una de las primeras productoras de petróleo del mundo. A las 5 de la tarde llegamos a Cabruta, junto al Río Orinoco, en donde esperamos que llegara la “chalana” o ferry, bajo un sol de justicia. El Orinoco es impresionante, con unos cuantos kilómetros de anchura y plagado de “pirañas”. Es agradable el paseo por el río, y poco a poco íbamos descubriendo el final de nuestro viaje: Caicara del Orinoco, capital del Distrito Cedeño, que es poco menos que la mitad de Andalucía, y que tienen encomendados los cuatro sacerdotes de Málaga. Como podéis figuraros tienen tarea para entretenerse.
La Misión está dividida en tres grades zonas: Caicara, Santa Rosalía y Morichalito, y desde cada una se atienden a numerosos centros. Hay un sacerdote encargado de cada zona pero todos tienen alguna responsabilidad en Caicara.
En la casa de Caicara encontré algunas mejoras que la hace un poquito más habitable, en particular la terraza a la entrada, ganada a un terreno inútil y sucio que había junto a la acera y que ahora sirve para recibir visitas y para reuniones. Manolo Arteaga y Antonio Collado están encargados de esta zona de Caicara.

Después de instalarme en la casa, fui a la Parroquia y me encontré con el grupo de Evangelizadores que estaban preparando la nueva Escuela de Evangelización, que comienza en Agosto. Fue un momento emotivo de poder saludar a todos y cambiar las primeras impresiones; por supuesto que contaban conmigo para ayudarles durante las actividades de la Escuela. En estos primeros días llegó Juande de los días pasados en Málaga, y no se vino solo, pues con él venían tres jóvenes: Irene, de Motril, Carmen Loli y Juanjo, de Cuevas de San Marcos; ellos venían a colaborar con la Misión organizando unos campamentos para niños y jóvenes de Santa Rosalía y Morichalito.

Los primeros días me dediqué a visitar los distintos centros de Caicara y sus Capillas y a las familias que más conocía. Me dio mucha alegría estos encuentros; por mencionar algunos, con Sibilina ,que sigue cuidando a los sacerdotes con tanto cariño, con Mercedes Herrera, que hace con tanto esmero su trabajo de secretaría y de sacristana; y Wadad, siempre dispuesta a colaborar; con Emma, que lleva la enfermedad con fe y entereza y tan feliz con su hijo Alexis, que ya comienza el segundo curso de teología, que el Señor le de perseverancia; y tantos otros.

El primer Domingo tuvimos la celebración de mis bodas de oro en la Parroquia de Caicara, a la que acudieron de todos
los centros de la ciudad; Tuvimos la Eucaristía concelebrada
y en que la todos que pusieron mucho cariño, con una acción de gracias muy sentida y que yo agradecí de corazón. Después, en el salón parroquial tuvimos un compartir, en un ambiente de fiesta y alegría, con cantos, baile, “mariachis”, etc. Fue un rato inolvidable y de mucho agradecimiento.

En estos días colaboré en la Escuela de Evangelizadores, dando algunas charlas y ayudando en lo que me pedían. Había un grupo de veinte adultos y jóvenes que a lo largo del mes completarían un curso de formación intensiva y de vivencia de lo fundamental cristiano, para después llevarlo a la vida.

Al siguiente fin de semana le tocó el turno a la zona de Morichalito, que es la más amplia y más dura, por las distancias y por las carreteras (por llamarlas de alguna manera); de esa zona está encargado Manolo Lozano, con él estuve el sábado y el Domingo; el sábado por la tarde fuimos primero al Potrero, camino del Orinoco; en mis tiempos celebrábamos debajo de un mango que daba una sombra estupenda y un fruto sabroso. Ahora han construido una capilla sencilla y allí celebró Manolo la Eucaristía; yo confesé junto a la puerta y después dije unas palabras; hubo fotos para inmortalizar el momento. Nos fuimos a Morichalito en donde nos esperaban para la celebración de la Eucaristía y de mis 50 años de sacerdocio. También con mucho cariño y alegría y muchos recuerdos de cuando estuvimos aquí trabajando, los misioneros: el matrimonio formado por Juanmi y Pili, y Feli, junto conmigo. Allí sigue constante Adela, catequista y animadora de la comunidad, y las religiosas que están haciendo una gran labor con la escuela y visitando los centros. El Domingo fuimos a Bauxilúm, la urbanización de los que trabajan en las minas de bauxita, y allí celebré la Eucaristía y charlamos con la gente. Después, en “Las Flores” nos invitaron a comer cochino con cachapa, y nos volvimos a Caicara.

El tiempo se me iba de las manos y ya me quedaba solo una semana y se quejaban de que había ido por poco tiempo, lo cual era verdad. Pero como ya sabéis “tengo el corazón partío”, entre Málaga y Caicara.

En vísperas de dejar la Misión, fui a Santa Rosalía. Fue la primera zona en donde trabajé al llegar a la Misión, en 1991. Juande está encargado de esta zona y prepararon también una estupenda fiesta, con mucho cariño e ilusión; comenzamos con la Eucaristía, llena vivencias y agradecimiento; al final de esta, las niñas hicieron una danza muy expresiva y me ofrecieron algunos regalos. Después vino la fiesta y la cena que duró hasta tarde.

De madrugada, salimos en la chalana hacia Maracay, donde visité a una familia a la que quiero mucho, y después a Caracas. En todos estos desplazamientos conté siempre con mi amigo Carlos Lara, su mujer y su hija, que se prestaron a llevarme a los distintos sitios con mucha generosidad. Y así acabó esta experiencia maravillosa

Solo me queda decir que me habéis hecho feliz con vuestra acogida cariñosa y vuestro trato fraternal, me he sentido “en casa”. Gracias a todos y por todo. Que Dios os lo pague!