El pasado domingo primero de octubre, en la misa de la tarde despedimos al padre Amalio, después de permanecer con nosotros durantre los últimos seis años.
La tarde se puso amenazante, por los nubarrones que pintaban el cielo. La tormenta se desató una hora antes de la misa, pero no fue obstáculo para que la iglesia estuviera llena a rebosar. Nos presidió Monseñor Medardo, que vino de Ciudad Bolvar expresamente para la ocasión, No quería despedirse de Amalio por teléfono y recorrió los cerca de 400 Km que nos separan de la capital del Estado. Al final de la Misa la espontaneidad de la gente por agasajar a Amalio y obsequiarle con regalos, haría sufrir al más relajado maestro de ceremonias. Pero la gente cuando actúa de corazón no hay quien los pueda ordenar. Todo salíó muy bien.
Os pongo las palabras que dirigió Monseñor al padre Amalio:
ARZOBISPADO DE CIUDAD BOLÍVAR
Ciudad bolívar, 25 de Septiembre de 2006.
Sr. Pbro.
Amalio Horrillo
Caicara del Orinoco.
Muy querido Padre Amalio:
No se imagina con cuanta alegría le escribo estas letras, a pesar de la tristeza que me embarga por la circunstancia que me mueve a hacerlo: su regreso a Málaga, luego de habernos dedicado no uno sino varios periodos de su ministerio sacerdotal, con derroche de sencillez y generosa entrega.
¿Cómo no sentir alegría al mismo tiempo que tristeza, al poner delante de nosotros en el espejo del recuerdo toda su caridad sacerdotal, ejercida siempre con alegre sencillez y entrega total al servicio de Cristo y de sus miembros en esta querida Iglesia de Ciudad Bolívar?
Sus huellas quedan profundamente marcadas entre nosotros. Acá en Ciudad Bolívar y allí en Caicara del Orinoco y en los otros pueblos, dentro y fuera de nuestra arquidiócesis, donde fuera necesario, ya que su corazón sacerdotal y misionero no conoce límites…
“Monseñor, yo sólo he venido a ayudar donde sea necesario; ahora no quiero llegar a ser un estorbo..”, me repitió varias veces en los últimos meses. Y yo aceptaba que ese momento llegaría, pero más tarde… Pero llegó como de repente, casi de sorpresa y aquí estoy tratando de manifestar algo de lo que no sólo yo sino nuestra Iglesia arquidiocesana siente en estos momentos: admiración, gratitud, tristeza, pero sobre todo la alegría de ver a alguien que ha cumplido sencillamente entre nosotros la enseñanza del Maestro: “he venido no para ser servido, sino para servir”.
¿Qué más podría decir? Sólo una y otra vez: “Que el Señor, el Buen Pastor, le pague, le colme con su gracia, y nos dé, acá en Ciudad Bolívar, allí en Caicara del Orinoco, y allá en Málaga, muchos y santos sacerdotes”.
Cuente no solamente con nuestro recuerdo agradecido, sino sobre todo con nuestras humildes plegarias para que el Señor le colme con su gracia.
Afmo. En Cristo, en nombre de esta Iglesia arquidiocesana.
Fdo.: Monseñor Medardo Luis Luzardo.
Arzobispo de Ciudad Bolívar.
3 comentarios:
Me siento enriquecido por el testimonio del Padre Amalio y la calidad y calidez de las palabras de Monseñor Medardo... Para quienes intentamos ser útiles en esta arquidiócesis, a pesar de nuestros lejanos orígenes españoles, el Padre Amalio es un hermoso ejemplo
Antonio Nello
felicitaciones p amalio
Gracias Padre Amalio, por su entrega y por su colaboración en nuestras tierras. Que Dios y la Virgen lo bendigan siempre.
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