04 septiembre 2007

NOTICIAS DE JULIO Y AGOSTO EN LA MISIÓN


El P. Juande y el P. Manolo regresaron a la Misión después de pasar dos meses en España por motivos de arreglo de documentación de visado y vacaciones, respectivamente. Ya están plenamente incorporados a sus tareas pastorales en las zonas de Santa Rosalía y Morichalito, además de reasumir sus responsabilidades y compromisos en Caicara del Orinoco.

Los dos han disfrutado del cariño de sus amigos, compañeros, obispo y familia, y han podido comprobar el interés y apoyo que en nuestra diócesis existe a favor de la Misión Diocesana, que es la “misión de todos”, no sólo nuestra.

Durante la estadía en Málaga de nuestros compañeros, agradecemos muy sinceramente el apoyo recibido para las obras pastorales y sociales que llevamos a cabo en la Misión, sobre todo en el campo de la educación de niños, jóvenes y adultos; estas ayudas provienen de parroquias, grupos, cofradías, instituciones, compañeros, familias y amistades que voluntaria y desinteresadamente se solidarizan con nuestros proyectos, motivándose aún más cuando nuestros misioneros pasan por nuestra diócesis y dan a conocer sus vivencias misioneras allí donde se les llama. Destacamos de manera especial las ayudas que de manera generosa recibimos de los feligreses de las parroquias de Cuevas de San Marcos, El Salvador de Nerja, San Sebastián de Antequera, Virgen del Carmen y Santa Fe de los Boliches, San José de Puente Genil (Córdoba) y de los grupos de Oración y Amistad (G.O.A.) a todos ellos, nuestro más sincero agradecimiento, así como a todos los que han aportado su granito de arena dándonos el apoyo material, afectivo y espiritual.

  • Durante este tiempo hemos recibido varias visitas procedentes de nuestra diócesis de Málaga, todos los que nos han visitado se han integrado perfectamente a la tarea misionera, y tanto residentes como visitantes, hemos salido mutuamente enriquecidos de esta experiencia:

+ Noelia Bañasco, joven de la parroquia de la Divina Pastora de Marbella, realizó durante tres meses su experiencia en la Escuela de Fe y Alegría, ayudando a las Hermanas Concepcionistas de Morichalito en la educación multiétnica que llevan a cabo en este territorio, desempeñándose durante este tiempo como educadora dentro de la escuela y las comunidades que visitaba, y en general como animadora y servidora en todas las tareas que asumió en las poblaciones de Morichalito, Caicara y Guarataro indígena. Todos los que la hemos tratado, y en especial los que han sido beneficiarios de su labor, reconocemos su extraordinaria capacidad de trabajo y su entrega generosa; también sabemos, como ella mismo ha afirmado, que “ha recibido más de lo que ella ha dado”. (Hace unos días publicó en nuestro blog su experiencia misionera).

+ P. Fernando Jiménez Villarejo, ha visitado durante tres semanas la Misión Diocesana, a la que dedicó seis años de su densa vida misionera. Este año él está celebrando sus 50 años de vida sacerdotal y ha tenido el detalle de venir a Venezuela y celebrarlo con nosotros y nuestras comunidades.

Durante este tiempo ha colaborado intensamente en la Escuela de Evangelización que se ha llevado a cabo en Caicara del Orinoco, y nos ha ayudado en las celebraciones litúrgicas de los centros pastorales de Caicara y de los campos; ha visitado a numerosos amigos y algunos enfermos en sus casas; los conocidos que se enteraban de su estancia en Caicara han venido a verlo a la casa parroquial para saludarlo, consultarle o confesarse con él.

Al llegar a Caicara, celebramos con él sus “bodas de oro sacerdotales” que consistió en una concelebración eucarística que él mismo presidió, rodeado de sus compañeros de misión y de feligreses de los siete centros pastorales de Caicara del Orinoco. Todo fue muy bello y emotivo, culminando con un ágape fraterno en el salón parroquial, donde no faltó de nada, incluyendo torta, bailes y mariachis en su honor.

También celebró su aniversario sacerdotal con los feligreses de la zona de Pijiguaos, donde fue párroco hace más de diez años y misionó con varios seglares de la diócesis de Málaga. Visitó la comunidad de El Potrero que lo recibieron muy alegres y agradecidos; aprovechó para administrar el sacramento de la penitencia fuera de la capilla, mientras el P. Manolo presidía la Eucaristía con numerosos fieles del pueblo. Después en Morichalito, sede de la parroquia Ntra. Sra. del Valle, presidió la Eucaristía rodeado del afecto de la feligresía, quienes manifestaron de palabra, por escrito y con cantos su agradecimiento y alegría por la presencia de quien fuera su párroco.

Después de la Misa, en la puerta de la casa parroquial y de manera sencilla, compartimos refrescos y la tarta de aniversario que culminó con el canto de “cumpleaños” en versión venezolana. Al día siguiente presidió la Eucaristía en el Campamento minero de Bauxilúm y visitó la incipiente comunidad del barrio de las Flores participando en la Eucaristía que celebran todos los domingos en un terreno donde se ha construido un caney de palos y palma, mientras se pueda construir el templo.

Igualmente hizo el fin de semana siguiente cuando visitó la parroquia de Santa Rosalía. Presidió la concelebración eucarística en el templo parroquial que “estaba lleno hasta la bandera”, muy bien preparada, la iglesia muy bonita y adornada para tal ocasión, le obsequiaron durante la acción de gracias con una danza y baile del folklore venezolano. Después de la Misa, en el caney del patio parroquial se llevó a cabo un ágape que incluía comida, tarta, baile, cantos y mariachis infantil, todo dentro de un ambiente muy alegre y agradable que mostraba todo el cariño hacia la persona del P. Fernando y del don del sacerdocio.

En nombre de todos: ¡Gracias y Felicidades P. Fernando!

+ Irene, procedente de Motril (Granada), junto con el joven matrimonio: Carmen Loli y Juanjo, de la parroquia Cuevas de San Marcos, llegaron acompañados de su gran amigo el P. Juande a misionar por todo el territorio del Municipio Cedeño. Además de acompañar al P. Juan de Jesús en la zona de Santa Rosalía, Altagracia de las Bonitas, centro pastoral Sgdo.Corazón de Jesús en el Barrio de Menca de Leoni de Caicara, y de ayudarlo también pastoralmente en los programas de radio y otras actividades alternas bajo su responsabilidad, centraron su labor principal en la preparación y dirección de los campamentos infantiles y juveniles de Santa Rosalía y Morichalito, respectivamente. Unas 150 personas, entre niños y jóvenes, participaron de estos campamentos, donde cada participante aportaba lo que podía para sufragar los gastos, el resto lo puso el Señor y la solidaridad de las parroquias participantes. Ha sido una experiencia inolvidable estos campamentos y ha supuesto para todos los participantes un enriquecimiento humano y cristiano muy valioso.

También han tenido tiempo de hacer varias excursiones por el territorio nacional y conocer el Parque Nacional “Canaima” en la Gran Sabana, donde se ubica la catarata más alta del mundo: el Salto Angel; han visitado el Territorio Amazonas y su tobogán natural de la Selva y el Parque Nacional e Isla de Los Roques en el mar Caribe.

Estamos muy contentos y agradecidos por toda su aportación, amistad y simpatía que han alegrado el corazón no sólo de la población criolla e indígena a las que han servido, sino también de los sacerdotes misioneros. Sus comunidades de origen han de estar muy contentas y satisfechas porque han respondido muy bien y la han representado muy dignamente.

+ El P. Juan Manuel Barreiro, actual párroco de Los Boliches, quién dedicó unos 10 años de vida misionera a este territorio, ha pasado unos días por la Misión Diocesana, procedente de Colombia, donde había estado visitando a unos amigos. Las dos semanas que ha estado por aquí nos ha ayudado muchísimo cubriendo zonas, parroquias y centros pastorales, donde ha presidido la Eucaristía y ha tenido ocasión de saludar y gozar con sus amigos y antigua feligresía; además de los barrios y parroquia de Caicara visitó las poblaciones de La Urbana, Pijiguaos, Bauxilúm y Morichalito, además de colaborar en el campamento juvenil. Una vez más ha destacado por su capacidad de trabajo, entrega y generosidad, encontrando reciprocidad en el recuerdo, admiración y afecto de nuestro pueblo.

  • El P. Antonio Collado, durante todo el mes de Agosto está realizando una visita y atendiendo sacerdotalmente la Misión de San José de Kayamá, en plena selva, dentro de la cordillera de Maigualida de nuestro Municipio. Allí se asientan dos comunidades indígenas que conviven muy cercanas, de las etnias “Eñepá” y “Hottis”. Viven aún, en un estado muy puro y poco contaminado de la cultura y ambiente materialista de nuestro mundo, y son acompañados desde hace 25 años por las Hermanas Misioneras de la Madre Laura, que les ayudan atendiéndolos en el área de la salud y la educación preferentemente, religiosamente mantienen una presencia desde una pastoral de inculturación y respeto a sus valores. Kayamá ya cuenta con maestros, enfermeros y profesionales indígenas de sus propias comunidades, y van dando pasos para aceptar a Jesucristo y su evangelio, algunos ya han sido bautizados y cuentan con una capilla de palma hecha por ellos mismos.

El P. Antonio entró a la comunidad en una avioneta del Ejercito Venezolano, quienes desde hace un tiempo vienen prestándoles apoyo y seguridad; no sabemos cuando regresará porque todo depende de cuando entre otra avioneta a la zona, -el único medio para poder acceder a ese territorio-, estamos esperándolo de un momento a otro, ya debería estar con nosotros, pero el mal tiempo de estos últimos días ha impedido que vuelen las avionetas. ( El último de nuestros sacerdotes que entró en Kayamá, fue el P., Amalio Horrillo, quien fue solo por un día para regresar al día siguiente, pero la avioneta tardó un mes en traerlo de vuelta, cuando llegó a la casa venía con unas barbas bien largas y ropa que le habían dejado las hermanas religiosas, porque no se llevó ni bolsa de aseo ni muda para cambiarse). Son anécdotas de la misión.

  • La actividad más fuerte que hemos tenido durante este mes de Agosto ha sido la X Escuela de Evangelización, coordinada por el párroco de Caicara , P. Manuel Arteaga, y dirigida por un equipo de laicos evangelizadores que llevan el peso más importante de la misma. Esta escuela ha contado con la colaboración de todos los sacerdotes de la misión.

Han participado veintiuna personas, mayores de 18 años, que en su totalidad han perseverado hasta el final, obteniendo su credencial, pero sobre todo, obteniendo la vida nueva de Jesucristo, después de recibir durante un mes, de lunes a jueves, de 8,00 a.m. - 5,00 p.m., una intensa evangelización kerigmática, con la finalidad de abonar “la tierra” de los participantes para que la semilla de la Palabra que se siembra pueda provocar la conversión, la adhesión a la persona de Jesucristo, la incorporación plena a la comunidad cristiana, y la capacitación para ser anunciadores y propagadores del Evangelio de Jesús, ofreciéndoles para ello un método muy sencillo, concreto y práctico .

Nuestra comunidad vive todos los años esta experiencia como un verdadero don de Dios y renovación en el Espíritu, que suscita siempre la incorporación de nuevos miembros y el fortalecimiento en la fe de los ya iniciados.

  • Se han llevado a cabo durante estos meses diversos actos religiosos con motivo de las fiestas patronales en las comunidades de: Maniapure, La Urbana, Las Flores, con presencia del Arzobispo, Mons. Medardo Luís Luzardo Romero, quien administró los Sacramentos de la Confirmación, Penitencia y Eucaristía a un numeroso grupo de fieles de esas comunidades pertenecientes a la parroquia eclesiástica de Ntra. Sra. del Carmen y del Valle, en los municipios de La Urbana y Pijiguaos; estuvo acompañado en todo momento por el P. Antonio Collado.

También el P. Manolo administró una treintena de bautizos en la comunidad de La Emilia, celebrados en la Escuela de esta localidad, debajo de un árbol, porque dentro de las aulas hacía mucho calor y no cabían todos. Igualmente en honor de Sta. Rosa de Lima se ha celebrado en la población de Villacoa sus fiestas patronales, donde un nutrido grupo de muchachos recibieron la primera comunión y otros muchos el sacramento del Bautismo, provenientes de este pueblo y comunidades aledañas, así como de Sta. María, en la otra orilla del río Orinoco dentro del Estado Apure.

  • El día 28 de Julio se celebró en la sede de Caicara de la Universidad de Oriente (UDO), el acto de graduación de la VII Promoción de Técnicos Medios en Contabilidad. Se graduaron diecisiete personas, egresadas del Instituto Radiofónico Fe y Alegría (Irfa), después de 6 años de formación académica, entre ellas: Mercedes Herrera, nuestra sacristana y colaboradora. Es la primera vez que se celebra este acto en Caicara del Orinoco, donde acudieron las autoridades de este Instituto de la Iglesia Católica, a nivel regional, zonal y local. Este acto académico estuvo precedido por la Celebración de la Palabra, donde se dio gracias a Dios y explicó el sentido profundo del acontecimiento. Se hizo reconocimiento público a todos los docentes y colaboradores del Irfa-Caicara, entre ellos al P. Antonio Collado, y a los iniciadores de este proyecto en nuestra comunidad, el licenciado, Carlos Lara y el P. Manolo Lozano.

  • Y ya por último señalar que las obras del puente sobre el río Orinoco que unirá Caicara con Cabruta se están llevando a cabo no sin ciertas dificultades de tipo laboral y problemas sindicales, donde mucha gente se siente marginada al no conseguir empleo, aduciendo que existen preferencias de carácter familiar, políticos y hasta de índole económico, porque según parece y así lo manifiesta gran parte del pueblo, los puestos de trabajos son vendidos por parte de personas que por ley deben distribuirlo con justicia y equidad.

La obra del puente está provocando un éxodo y goteo continuo de personas y familias hacia la población de Caicara para buscar nuevas oportunidades; en estos últimos meses han aumentado las invasiones de terrenos baldíos, construyéndose numerosos “ranchitos” (chabolas), y también se nota que ha aumentado la delincuencia y los atentados contra los bienes y seguridad personal de los caicareños, produciéndose hechos de violencia muy lamentables que a veces vivimos muy de cerca y van deteriorando el clima de paz y armonía de esta población.

En general nos sentimos muy esperanzados de que la semilla del Reino vaya creciendo en nuestra Misión, a pesar de que no siempre lo veamos de manera inmediata y constante. Oren por nosotros al Señor, para que podamos seguir acompañando e iluminando desde la fe a este pueblo, en sus gozos y tristezas, en sus esperanzas y angustias, en sus luces y en su sombra, en sus cruces y en su resurrección.